El encargo consistía en diseñar un nuevo salón, para aumentar la capacidad del centro de eventos en 300 personas. La propuesta consistió en generar un nuevo volumen adosado al salón existente, potenciando su intención original de situarse dentro del bosque.
El volumen proyectado busca abrir las vistas hacia el lago Villarrica entremedio de los árboles en 180°, aumentando su altura a medida que se desarrolla longitudinalmente. A través de grandes ventanales se busca enmarcar la verticalidad del bosque a partir de una arquitectura contemporánea en contraste con su entorno exterior haciendo sentir al usuario la experiencia de estar en contacto con la naturaleza al límite.